Evapórate conmigo,
al ritmo de mi risa
vivaz,
elástica,
fugitiva;
que crece con cada palabra
y sale de tus dedos.
Conformarme con los segundos
que me dedica tu tiempo
es sentir gota a gota
como se calma mi sed
de saber(te) más allá del ahora.
Tejer una red de incógnitas
firmada con tu presencia
a pesar de la distancia
es una aventura digna
de ser contada - sin rimas,
con el alma al descubierto
y las preguntas sobre la mesa-.
Hace tanto que no escarbo
alguna mente inquieta,
de esas que suponen un reto
con tan sólo mirarlas a hurtadillas,
que tendré que practicar
para perfeccionar el arte
de descubrir(te) los sueños.
Si me dejas.
Si me quedo.