13.03.2016
Araño
la luz con las pestañas.
Mirando
a través de las ventanas
de
este edificio
que
me regala libertad
cada
día que pasa.
Un
paso más.
Una
cicatriz menos.
El
calor se me concentra en los labios,
como
una hoguera
de
planes y promesas
que
cobran sentido
a
medida que fluyen
al
salir por mi boca suave.
Aquí
no hace frío.
Aquí
no corra la duda
y
el miedo parece ajeno
a
todos nosotros
- los que esperamos
el papel firmado
que nos devuelva,
de un
traspiés, a la realidad -.
La
espera es larga a veces.
Pero
el amor me abraza
con cada palabra
que
las luces
me
regalan.
Una
vez más:
gracias,
luces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario