Uno
de ellos te incluye.
Saborear
cada momento
que
me propongan tu sonrisa
y
esa mirada titánica,
que
me hace sentir tan viva
y
henchida de ansias
por
explorar el ahora.
Quizás
acabemos
dándole
los buenos días al sol,
asiéndonos
de las manos
tan
fuerte como nos lo permitan
los
minutos que pasan
por
encima de nuestras ganas impacientes,
mientras
compartimos bostezos limpios.
Quizás
es el presente
el
mejor regalo
que
podríamos hacernos,
sin
promesas cargadas de pretéritos
ni
intentos fallidos de cortarnos
el
flujo de aire que creamos,
tú
y yo,
al
pisar esta tierra fértil.
Quizás
debas sembrarme.
Y
yo recogerte.
Con
las alas abiertas
de
par en par,
de
alma volátil
y
espíritu errante:
eso
es lo que vas a encontrar
en
mis agallas creadoras:
luz y ansias por explorar(te).
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