sábado, 27 de septiembre de 2014

Licencia para sentir.








Mis cinco sentidos
compiten entre sí
por ser los primeros
en aventurarse y atreverse
a vivirte:



Mis pupilas
cuentan los instantes
que restan
para volver a dilatarse
al disfrutar con tu sonrisa.



Mi nariz
se pierde entre aromas,
humo y ruido,
que tienen como origen
tus propios latidos.



Mis labios
se preguntan, curiosos,
cuando se retarán a los tuyos,
entre sabores ácidos y cálidos,
salados y hondos.



Mis dedos
solicitan tu tacto,
esperando la explosión
con tu piel vencida,
blanca, limpia, cálida.



Y así pasan las horas,
luchando mi mente y la codicia,
entre miedos y suspiros,
al final, 
son las ganas
las que se apoderan 
de 
mis
 versos.





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