martes, 30 de diciembre de 2014

Algo crece.













Hay un espíritu que me crece dentro:
fruto de unas semillas que llevan
plantadas desde que tengo conciencia
de la existencia de la luz
en algunas miradas.



Te veré hacerte grande,
y rozar las nubes con las puntas
de tus sueños,
que ya son vida
y no un espejismo inocente
fruto de deseos de infancia.



Caminaré a tu lado,
y haré de tu risa mi rutina,
recogeré tus lágrimas
para regar los árboles
de un bosque que perdurará
más allá del espacio y del tiempo.



Respiraré a mi propio compás
mientras escucho el tuyo
entre suspiros de alivio;
satisfechos, admiraremos
nuestras arrugas llenas de historias
y mitos cargados de heridas de paz
-que no de guerra-.



Y ahí estarás.
Allí estaré.
Labrando caminos,
buceando en el aire
hasta que nuestros brazos
se cansen de tanto abrirse
amando.
















jueves, 25 de diciembre de 2014

No contigo.















Desde aquí,
percibo la sombra blanca
de mi propio reflejo;
está temblando,
avanza con los ojos vendados
tomando como brújula
el eco de unos latidos
que retumban en las entrañas
-muy adentro,
a kilómetros de distancia
de mi razón-.



Sostiene en una mano
un arpón a punto de clavarse
a la izquierda del esternón,
un corazón amenaza 
con derretirse;
late
a destiempo
desde hace
demasiadas lunas.



En la otra,
aferra un folio con fuerza
entre sus dedos delgados;
enumera demasiadas leyes
escritas por la experiencia
de otras vidas.
Pero ya no sirven.



Ninguna de ellas.









No contigo.






martes, 9 de diciembre de 2014

Abriendo el baúl









(Yo que)
exhalo cada abrazo
como si fuera el último verso
que quedase por escribir
en este texto
de puntos y seguidos.



(Yo que)
tengo los sueños latiendo
debajo de la almohada
y me despiertan cada noche;
palpitan con la luz del sol
fotogramas de esperanza creciente.



(Yo que)
sólo entiendo el lenguaje
de las manos abiertas y limpias,
dándome traslúcida y viva
a todo aquello
que me abre los ojos
y abona mis raíces.



(Yo que)
nado con el viento de levante,
contra todos los obstáculos
que abaten, pero no lo suficiente
como para hundirme entre miedos
y arrecifes espesos.



(Yo que)
ahora tengo la llave
de mi propia cerradura,
abriré el baúl de esta vida intensa
todos los días,
paladeando el presente:
cada
uno
de
sus
segundos.







jueves, 4 de diciembre de 2014

Hilo rojo.











Caminaba descalza
predicando amor
en cada paso a nivel
-así es como aprendió
a esperar, y ver pasar
los trenes para escoger-



Perdió el miedo
a elegir el camino
cuando se encontraba
con bifurcaciones
en su aprendizaje.



Exploraba cada mirada,
desenterraba esperanzas
y deseos escondidos,
era oyente despierta,
coleccionista de momentos
con olor a mar y cenizas.



Y es que ella
guarda un secreto
que le fue desvelado en sueños:
ondean a su espalda
hilos rojos brillantes,
tan sólo visibles
para los que no parpadean
cuando el destino
susurra sus nombres.







lunes, 1 de diciembre de 2014

Luces blancas.












Soy joven de alma:
mis decisiones están plagadas
de erratas y faltas de ortografía.

Demográficamente equivocada,
en un lugar que, 
a veces,
se me antoja ajeno y lejano.

Buscando mi sitio,
en el pericardio del mundo.

Calentando los pulmones
con el aire que espiran
aquellos con sombras blancas;
los mismos 
que fabrican la luz.














...
..
.







domingo, 30 de noviembre de 2014

Pequeña estampida.
















La miro.

Comparte sus cicatrices
con voz queda y feroz,
tan valiente y abierta
que escarba, con cada sílaba,
en el pecho, a mano izquierda,
junto al esternón.


Cierro los ojos.

Taladra mis pupilas con su luz,
y se aprecian mejor sus matices
con los párpados dormidos,
dejando así, que sus quejidos
sean la nana que me meza 
esa noche -y las que vendrán-.


La siento.

Como si sus heridas fueran las mías;
como si compartiésemos las costillas;
como si cada coma
y cada rima
fuese el resultado 
de tardes de juegos y risas;
como si la conociese desde niña.


Quiero.

Para ella,
un hoy lleno de arcoíris azules,
unas ventanas abiertas 
por donde la luz del arte 
la abrace y seque sus llagas,
un viento de cara que le pinte,
cada segundo, sonrisas fugaces
y pulmones libres de escarcha.


Ahí está.

Otra vez lo ha vuelto a hacer.
Me hace gigante cuando se expone
escudada en su pequeña figura de metal.
Me hace libre al exhalar la verdad
que compartimos,
que vivimos,
que tengo la suerte de probar.


Me hace yo.


Me hace creer.


Me regala segundos de vida
que multiplico por cada una
de sus líneas.


No dejes de crear(te).












sábado, 15 de noviembre de 2014

Todo va a cambiar.












Siempre dar,
sin pedir de vuelta.
Veintidós otoños regalándome
íntegramente honesta.
Si piensas que mi doctrina
es la equivocada,
puedes decirlo;
- si reír está permitido
en algún momento de este juego,
seré yo la última en hacerlo-. 





El amor es el viento 
que me sopla a ciegas
y empuja mis pasos;
la inercia impasible 
que conduce mis latidos;
el ritmo atronador
que dirige los vaivenes
del timón de mi vida.




Los pedidos ajenos
siempre llegan a tiempo
si soy yo el cartero 
que los entrega.
No acepto propinas,
exceptuando aquellas
con forma de sonrisas.



Soy mi propio reto,
un lienzo blanco,
una canción 
escrita a medias,
con la tinta que derrama
cada abrazo y cada espera.





Tengo tantas deudas 
pendientes por saldar
conmigo misma, 
que (calculo) me faltan 
siete vidas 
para pagarlas.





Pero hoy, 
he pedido un préstamo
a la valentía; 
y le repito
a esa imagen que me
devuelve el espejo
de la memoria,
que quiero empezar
a dejar para hoy
lo que era para mañana.














miércoles, 5 de noviembre de 2014

Reeducar.












Quiero reeducar a la distancia
y enseñarle que los kilómetros
no son una medida lógica
con la que separar cuerpos y almas.



Ser coleccionista de momentos,
absorber cada suspiro,
rezar para multiplicar los minutos,
hacerlos cuidadosamente eternos.



Aprender a que el tiempo
nos espere sentado
mientras brillamos
hasta quedarnos sin aliento.



Aullar a las aceras
y que nos abrace la noche,
mullida y espesa, sintiendo como
la juventud inunda nuestras arterias.



Fotografiar la libertad
escondida en los vagones
de un tren por coger,
distinto al de ayer.




Declarar la inmortalidad
como forma de vida.








lunes, 3 de noviembre de 2014

Fácil.







Me encanta
comprobar
la facilidad
con la que te cuelas
entre las grietas
de mis secretos.







lunes, 27 de octubre de 2014

Paracaídas.











"¿Sabes qué quiero hacer?
Quiero escupir en la cara a mis miedos:
normalmente soy educada,
pero ya estoy harta
de que el pasado sabotee mis ansias
de saltar al vacío,
con las manos atadas,
y el corazón como paracaídas.
Sin más".







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miércoles, 22 de octubre de 2014

Te dejo entrar.









Porque confío en que, a veces,
la respuesta sencilla es la correcta,
la intuición es cristalina como el agua,
la suerte se esconde detrás de una mirada,
la música también usa los silencios como arma,
la distancia es simplemente una palabra,
vacía, sucia y sin esencia.



Porque quiero
dar de baja a las suposiciones
y confiar en las certezas,
regalar mi confianza
a quien cumpla los requisitos para merecerla
abrigarme con nuevos sonidos,
que me inyecten vida en vena,
dejarte espacio y que lo tomes
poco a poco.



Porque me atrevo
a recitar mis defectos en voz alta,
y preguntar por los tuyos, sin juzgar;
a despegar los pies del suelo
- aunque sea unos minutos: lo prometo-.
A indagar, libre, en tus llagas
con la simple intención de trazar
el mapa de tu vida,
firmado con mi nombre, en una esquina.



Por eso,
y por todos esos motivos
que aún no he contado,
te dejo entrar
a esa habitación de mi misma
donde ni siquiera yo he estado:
supongo que esperaba que llegases
y me cogieses de la mano:
aún desconfío
de mi lado fértil.








sábado, 27 de septiembre de 2014

Licencia para sentir.








Mis cinco sentidos
compiten entre sí
por ser los primeros
en aventurarse y atreverse
a vivirte:



Mis pupilas
cuentan los instantes
que restan
para volver a dilatarse
al disfrutar con tu sonrisa.



Mi nariz
se pierde entre aromas,
humo y ruido,
que tienen como origen
tus propios latidos.



Mis labios
se preguntan, curiosos,
cuando se retarán a los tuyos,
entre sabores ácidos y cálidos,
salados y hondos.



Mis dedos
solicitan tu tacto,
esperando la explosión
con tu piel vencida,
blanca, limpia, cálida.



Y así pasan las horas,
luchando mi mente y la codicia,
entre miedos y suspiros,
al final, 
son las ganas
las que se apoderan 
de 
mis
 versos.